La volumetría aprovecha la curvatura de las caras largas del solar para introducir la construcción de cuatro edificios en forma de L de brazos maclados con alturas y orientaciones diferentes que generan unos espacios exteriores intermedios donde miran los diferentes edificios. Estas piezas con forma de L, con alturas de planta baja más cuatro y planta baja más ocho van girando entre sí en forma de simetría polar, abriéndose, alternativamente hacia la zona verde y hacia el vial principal de acceso a la manzana T-6.

El giro de los diferentes edificios en forma de molinillo, permite pasar desde la alineación a la Avinguda Europa a la alineación de vial de Via Augusta, de forma natural, resolviendo de forma elegante la dificultad que representa el giro de las caras más largas del solar. Dos a dos, los edificios generan una plaza-espacio exterior intermedio, que acota las zonas pavimentadas de todo el ámbito.

Volumétricamente cada edificio puede explicarse como un cuerpo en forma de L, de brazos de diferentes alturas, ortogonales en las partes más exteriores donde, las caras que miran hacia el espacio central, se ha hecho un pequeño giro de las fachadas para romper la rigidez propia de los edificios prismáticos. De esta forma se consigue unos espacios centrales más armoniosos.