La orientación de las vistas, hacia norte, y las mejores condiciones de asoleo, hacia sur, han sido determinantes para la concepción de las viviendas. Todas las viviendas tienen vistas hacia S’Agaró y tienen entrada de sol desde sur. Es decir, tienen una doble orientación, conseguida configurando la vivienda a partir de un gran espacio pasante entre norte y sur, permeable a las vistas y a la luz donde se sitúa el programa de día. Es un espacio diáfano donde se sitúa la sala de estar y una cocina comedor que es un puente situado entre dos grandes espacios intermedios entre el interior y el exterior, unas amplias terrazas que durante gran parte del año serán los espacios más ocupados de las viviendas. En efecto, enfrente de la sala de estar y del dormitorio principal se sitúa una terraza encarada de las vistas, mientras que en contacto con la cocina comedor, una segunda terraza, orientada a sur, servirá de solárium y de comedor exterior las noches de verano.